En una sesión cargada de tensión política, el Senado de la Nación sancionó este jueves la ley de financiamiento universitario, que obliga al Gobierno nacional a actualizar los presupuestos de las universidades públicas. La iniciativa fue aprobada por 58 votos a favor, 10 en contra y 3 abstenciones, marcando una nueva derrota parlamentaria para el oficialismo de Javier Milei, que había rechazado la propuesta.
El proyecto, elaborado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), cuenta con un fuerte consenso en la oposición: reunió apoyos de Unión por la Patria, la Unión Cívica Radical, el PRO y bloques provinciales. La norma establece que el financiamiento de las universidades se eleve al 1 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), con el objetivo de garantizar el funcionamiento de las casas de estudio y atender los reclamos que venían sosteniendo estudiantes, docentes y rectores en los últimos meses.
La aprobación fue celebrada por referentes del ámbito académico y gremial, quienes consideraron que se trata de “un paso histórico para la educación superior pública”. En cambio, desde el oficialismo cuestionaron la medida y advirtieron que implicará una presión adicional sobre las cuentas del Estado.
Con esta votación, el Senado volvió a dejar en evidencia el aislamiento legislativo del gobierno libertario en temas sensibles vinculados a la educación y la política social.

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