15 temporadas es mucho y es nada en el correlato existencial de una persona, de un pueblo y del universo. Aún así es una medida que nos da anclaje en el tiempo y en el espacio. Desde ya, ese espacio es sonar.com.ar, ese tiempo es cada miércoles desde hace 15 años.
El Estado de las Cosas es una propuesta que tiene como eje la cultura, específicamente, la literatura, desde lo poético a lo crítico, sin perder de perspectiva las transposiciones a otros géneros, sea la música, el cine, el teatro, la danza o las artes plásticas.
Cada etapa en el devenir de un ser humano deja aprendizajes, también hay errores y correcciones, pero siempre está latente la sed de saber, de conocimiento, de asombrarse cada mañana al despertar, en descubrirnos en cada obra leída, en cada respuesta por parte de los radioescuchas.
Cada cual tiene su casa, su casa natal, su casa astral, que, como escribió Olga Orozco: “Es esa la comarca, esa es la casa”. Pero también están las otras casas, las simbólicas, como lo son los estudios de FM Sonar o las librerías, tanto Fahrenheit Libros como #451Libros o #EditorialVoces, que pasan a convertirse también en nuestras casas donde uno abre su cabeza, su corazón, para compartir las ideas, la biblioteca, los sentimientos.
En fin, volviendo al tiempo, al tiempo del estado de excepción, al tiempo de la pandemia, donde tuvimos que reajustar nuestras rutinas, encuentros y experiencias, ese tiempo sigue andando, y nosotros vamos dentro de él, lo transitamos, nos tiene aprehendidos, porque nuestra vida es tiempo; la única forma de percibirnos en la fugacidad de la vida es en la vorágine de esa otra fugacidad, que es el tiempo. El mundo ha sido violentado por nuestro afán consumista, de explotación, atacamos su tiempo de germinación, por eso el parate, mínimo, porque la maquinaria capitalista siguió produciendo sin césar mercancías, sirvió para que la naturaleza sane, para que nosotros también sanemos, para que volvamos a estar centrados y sincronizados con la experiencia vital y espiritual.
Hemos elegido para identificarnos en este 2021 una canción representativa de una época, una canción que ha trascendido los tiempos, la cual data de 1966, pertenece a los legendarios Rolling Stones, “Paint it black”, “Píntalo de negro”. La letra de Mick Jagger se inspira en el libro Ulises, del escritor irlandés James Joyce, de donde toma el extracto: “Tengo que girar la cabeza hasta que mi oscuridad se vaya”. La novela de 1922, entre otras cosas, marca una visión de desesperación y desolación después de la Primer Guerra Mundial, la generación de los Rolling, de los Beatles, estará rotulada por la Guerra de Vietnam; y nosotros, por las feroces dictaduras latinoamericanas, así como ahora por el Coronavirus. Esa oscuridad surge por los actos de la especie humana, somos nuestros propios exterminadores y, a su vez, destructores de la naturaleza, del mundo en el que vivimos. Aún así, la oscuridad está presente, se manifiesta, para que la luz se destaque. Sin sombras no hay luz. Sin abismo no hay esperanza. Por eso, esta canción que hemos elegido es para homenajear y recordar a cada uno de los seres que no están hoy en el mundo por la ignominia del propio hombre. Porque el arte, como decía Edgar Morisoli, es una tabla de náufrago que nos permite surfear las peores olas y llegar a destino seguro.
Esta es la propuesta de El Estado de las Cosas, en FM Sonar, echar mano a la literatura como herramienta para intervenir en la realidad, ampliar horizontes, tantear lo desconocido, sentir y percibir nuestro intenso instante en el universo, porque la luz se sobrepone a la oscuridad. En ese sentido, es muy atinado lo que cantaba el gran Cazuza: “Pero si piensas que estoy derrotado,/ quiero que sepas que siguen rodando los dados,/ por que el tiempo, el tiempo no para”.

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