La visita de Guillermo Francos a Diputados terminó convertida en un show de cruces, chicanas y escenas insólitas. El jefe de Gabinete debió enfrentar un aluvión de críticas de la oposición en medio de la causa de coimas que salpica a Karina Milei, pero eligió gambetear las preguntas más incómodas con la destreza de un 10 maradoneano.
Desde el arranque, la izquierda marcó la cancha con el gesto de los tres dedos en alto, recordando el supuesto “3%” de retornos en la trama del organismo de Discapacidad. Francos devolvió la ironía: “Creí que hablaban de los votos que sacaron en Bolivia”, bromeó, desatando risas y fastidio en partes iguales.
La sesión también dejó frases explosivas. El diputado Eduardo Toniolli (UP) disparó que “Karina Milei muerde más que Conan”, mientras enumeraba denuncias de corrupción que van desde el caso Libra hasta sobresueldos en Desarrollo Social.
Pero el momento más caótico llegó con el cruce libertario: Marcela Pagano vs. Lilia Lemoine. La ex periodista denunció la presencia de ex agentes de la SIDE en la Jefatura de Gabinete cuando Lemoine, celular en mano, se le paró adelante para interrumpirla. La escena derivó en gritos, acusaciones de amenazas y hasta pedidos de seguridad, con la sesión paralizada como si fuera un recreo de secundaria.
La oposición aprovechó para redoblar la presión. “¿Qué van a hacer con Karina Milei?”, insistieron. Francos esquivó la respuesta, y el cordobés Bornoroni (LLA) salió al rescate: “Yo pongo las manos en el fuego por el presidente y por Karina. ¿Ustedes pueden decir lo mismo de Cristina?”.
Mientras tanto, el clima en el recinto oscilaba entre la comedia y el escándalo político: pancartas que recordaban frases de Milei sobre la mafia, insultos cruzados y hasta videos burlones de la oposición en redes.
Lo único claro fue que Francos habló mucho, pero dijo poco. Y que el caso de las coimas sigue siendo el verdadero protagonista de la escena política.
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